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El encanto de nuestra historia


Casa y familias Laguneras
Desde el s XVI hasta nuestros días
Nuestra historia se remonta al siglo XVI, periodo en el que debió existir una vivienda de la familia Ponte, ya que Pedro de Ponte –bisnieto del fundador de Garachico- al enumerar los bienes del mayorazgo viejo fundado por su abuelo, señala las casas principales que sus padres poseían en la plaza San Miguel de los Ángeles en La Laguna.
Tras varios acontecimientos, entre los que destaca la fundación de la casa como casino, el futuro hotel tuvo como propietario a Juan del Hoyo-Solórzano y Peraza de Ayala, alcalde de La Laguna de 1865 a 1868.
Cuando falleció, heredó la casa su sobrina, marquesa de Celada por su casamiento con el XV marqués, don Ángel Benítez de Lugo y Cólogan (1883-1928), que fue alcalde de La Laguna y gentilhombre de Cámara con ejercicio del rey Alfonso XIII –familia que a partir de entonces se trasladó a vivir a La Laguna, desde La Orotava, donde había residido desde la primera conquista de la isla.
Su hijo, el XVI marqués de Celada, al contraer matrimonio con doña María de Ascanio y Poggio, pasó a residir en esta casa, que habilitó y amplió y en la que vivió con su familia. El XVII marqués de Celada, don Diego Benítez de Lugo y Ascanio, la convirtió en un hotel que en la actualidad es propiedad de sus hijas.
Escudos históricos
Salvados de las llamas
La casa ha sido reedificada por completo, respetándose tan sólo el cuerpo principal de la fachada –de tres plantas, con entresuelo, portada y ventanas centrales enmarcadas en cantería y esquinas de piedra- y sólo conserva en su interior la escalera de piedra de dos tramos que aparece a la derecha de la entrada.
En el hall del hotel figuran dos magníficos escudos tallados en piedras que proceden de la fachada del palacio de los marqueses de Celada en La Orotava, que fue devastado por un incendio en el que solo permanecieron en pie la fachada de piedra del palacio, en la que se alzaban los escudos en cada una de las esquinas a la altura de la segunda planta.
Cuando se derribó la fachada del palacio, los escudos se trasladaron a nuestro hotel por el XVI Marqués de Celada a mediados de la década de los cuarenta del siglo XX. En ellos aparecen las armas de cada uno de los esposos constructores del palacio orotavenses. En uno, Lugo, Pierres, Señorino (armas antiguas de Lugo) y Llanera y en el otro las de Vergara, Alzola y Hoyo-Solórzano.
